¿Por qué estudiar español
en Holanda?
Muchos estudios nos
indican que el aprendizaje de idiomas son una gran fuente de desarrollo de
habilidades vinculadas a las inteligencia. No sólo a la inteligencia tradicional
cognitiva, sino también asociada al desarrollo de la inteligencia emocional. Habilidades
tales como la capacidad de asociación y abstracción, se ven fuertemente estimuladas al experimentar
que una idea o una imagen tiene más de
una manera de ser expresada y comprendida.
El aprendizaje de un
idioma permite que los niños
reconozcan que existen otras personas, otras culturas que hacen y entienden las
cosas de una manera distinta a ellos.
Esto es una gran riqueza, que se va incorporando no por un
aprendizaje racional de contenidos, sino a través de una internalización
natural, de la comprensión afectiva, que en el mundo hay un otro, y que ese
otro, es interesante y tiene un valor en si mismo. Podemos fortalecer entonces
la capacidad de conocer, aceptar y comprender la diferencia, siempre de la
manera más bonita de todas, naturalemente.
En Holanda hay
m,uchas familias de inmigrantes, que vienen de distintas partes del mundo. Unas
dos generaciones atrás la pregunta era: ¿Es bueno que mi hijo o mi hija aprenda
nuestro idioma (de los padres) ? Muchas familias optaron por estimular sólo el
idioma del país o cultura de entrada, pensando que de esa manera podría
integrarse mejor a los distintos ámbitos de la sociedad (escuela, grupos de
amigos). Los niños
crecieron perdiéndose de la riqueza del idioma de origen.
Hoy los
especialistas son enérgicos en recomendar que en las familias de extranjeros
deben hablarse los dos idiomas, sobre todo si las parejas son mixtas.
Cuando los niños y niñas crecen escuchando de una manera
coherente cada una de la lenguas (es decir que cada padre utilice su propio
idioma sin hacer mezclas), aprenderán, sin generar ningún tipo de conflicto, en
su proceso de aprendizaje . Crecer con dos idiomas no es un problema, es un
regalo.
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